El embarazo es una etapa transformadora en la vida de una mujer. Durante esta transición experimenta profundos cambios tanto internos como en su percepción del mundo externo, teniendo importantes repercusiones en su salud mental. Dentro de los condicionantes que influyen en esta transición se encuentran el significado, expectativas y perspectivas de la mujer ante la transición y recursos internos de la familia como su estrato socioeconómico y apoyo de redes sociales que posea.
Los cambios físicos, psicológicos y sociales que se producen durante el embarazo traen como consecuencia modificaciones en la vida sexual individual como de la pareja.
La sexualidad como expresión de la personalidad, es única, personalizada e irrepetible, llegando a ser un sello personal de cada pareja, y por lo tanto durante el embarazo debe existir un proceso de aceptación y adaptación a la variación del disfrute sexual en la medida de las posibilidades y deseos.
Los efectos de la gestación sobre las funciones y sensaciones sexuales no son uniformes, para algunas personas puede ser un período de mayor goce sexual, en cambio otras mujeres no notan cambios o experimentan disminución del deseo sexual. Algunos estudios reportan que la frecuencia del coito disminuye de 3,2 veces por semana antes del embarazo, hasta a 1,8 veces durante éste, debido en la mayoría de los casos, a una disminución del deseo sexual durante todo el embarazo, en especial en el tercer trimestre.
Master y Jonhson concluyen que la respuesta sexual femenina durante el embarazo presenta marcadas diferencias. En el primer trimestre del embarazo, existe una disminución del interés sexual y frecuencia del coito, en cambio, en otras mujeres se produce todo lo contrario.
En el segundo trimestre el 80% de las mujeres sienten renovar su sexualidad, en función tanto del deseo, como de la respuesta física. Los cambios en la plataforma sexual se deben a una mayor vasocongestión pelviana, vaginal y al aumento de lubricación vaginal en la fase de la excitación. En la fase de meseta este estado congestivo persiste, siendo aún mayor durante el orgasmo lo que facilita la posibilidad de alcanzar múltiples orgasmos. Por último, la fase de resolución es más prolongada.
Finalmente, en el tercer trimestre se observa una pronunciada caída de la frecuencia del coito, debido a incomodidad que produce la gestación avanzada.
La sexualidad es una fuente de placer, afecto, intimidad, sensualidad y creatividad, la cual está presente a lo largo de toda nuestra vida, manifestándose de distintas formas según la etapa del ciclo vital. Por esto, el embarazo puede convertirse en un periodo de mayor disfrute y unión de la pareja que contribuya a vivir un nuevo concepto de su sexualidad.
Por Daniela Andrade Rebolledo
Doctoranda, Programa Doctorado en Salud Mental, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental, UdeC