Los celos son una respuesta de malestar innata que surge ante la amenaza de la pérdida de una relación valiosa como consecuencia de la existencia de una tercera persona. En este contexto podemos hablar de celos comprensibles, neuróticos y delirantes.
En cuanto a los celos comprensibles se pueden definir como los que nace de una infidelidad real. Algunos autores defienden que los celos comprensibles son universales, que existen en casi todas las culturas e incluso en relaciones no románticas. Se compone de reacciones proporcionales a la dimensión de la situación catastrófica y sus manifestaciones son socialmente aceptadas.
En la actualidad, se ha visto que el uso de redes sociales como Facebook y WhatsApp ha generado un aumento de los celos en las relaciones de pareja. A lo menos tres estudios han demostrado que:
- Las mujeres presentan más celos por esta causa y les molestaban los mensajes interactivos de contenido variable hacia otras personas.
- Mientras los varones, se molestan al ver “emoticones” entre su pareja y un tercero, ya que lo interpretan como “coquetería”. También se vio que los hombres presentan reacciones más agresivas, pero expresan menos su molestia.
- Entre más tiempo se dedique a las redes sociales, existe mayor posibilidad de celos hacia la pareja.
En los celos neuróticos, la reacción no habría surgido sin un evento que lo suscitase. El contenido está en relación comprensible con el acontecimiento. Sin embargo, existe desborde emocional, reacción exagerada ante una infidelidad, la idea puede ser sobrevalorada y se puede actuar peligrosamente. Se observan frecuentemente en personas con trastorno de personalidad.
En este contexto, nos encontramos con otro tipo de celos, los delirantes, que podemos dividir en tres grupos: 1) los que pueden presentarse como parte del desarrollo de la personalidad, a lo que se llama un Trastorno Delirante Celotípico. 2) Los celos delirantes como una alteración procesal de la personalidad, los que pueden aparecer como síntoma en una psicosis esquizofrénica. Y, 3) como sintomatología de alteraciones orgánicas como demencia, alcoholismo o consumo de sustancias.
El Trastorno Delirante Celotípico o Síndrome de Otelo (abordado en la tragedia de Shakespeare), se caracteriza por la creencia fija de ser engañado por la pareja, que no puede superarse, aunque exista la presencia de argumentos razonados o evidencia en contra. En otras palabras, la experiencia de los celos es delirante cuando la convicción del sujeto es irracional e incontrovertible. Cabe mencionar que la prevalencia del trastorno delirante en Chile es baja alcanzando un 1,8%, y el subtipo celotípico llega a ser un 11% del total.
El comienzo de la celotipia está marcado por la aparición de la idea fija de celos. Esta idea nace desde la duda, pero esta duda tiene por punto de partida un motivo fútil, que puede ser un evento que pase desapercibido en primera instancia y luego se le den interpretaciones equívocas e irrefutables. Luego de la creencia de infidelidad, se llevan a cabo conductas acordes como medidas de control y coacción, dando paso al delirio sistematizado e indiscutible. El principal problema con el manejo de esta patología es persuadir al paciente de que necesita ayuda. En líneas generales, el tratamiento se basa en prescribir antipsicóticos atípicos, de preferencia de depósito. Lo que se busca es encapsular delirio, disminuir interferencia emocional en la vida cotidiana y disminuir riesgo de conductas auto y heteroagresivas.
Otro aspecto de importancia, es clarificar que los celos no justifican la agresión de género o machista y que la gran mayoría de los “crímenes pasionales” no se deben a la celotipia, sino a violencia de género. Aunque a menudo desde el punto de vista legal, se intente atenuar la responsabilidad penal aludiendo a esta patología.
Para resumir, los celos son una respuesta comprensible que nace cuando existe una amenaza de pérdida de algo apreciado. Se habla de celos delirantes (celotipia) cuando la convicción del sujeto es irracional e incontrovertible y no existe ningún razonamiento o evidencia objetiva que modifique esta vivencia. La celotipia puede observarse en: el desarrollo de una personalidad paranoide, un trastorno delirante, psicosis esquizofrénica, demencias, abuso de alcohol y drogas. Por lo que siempre se debe descartar organicidad. Su tratamiento dependerá de la patología de base del paciente. En la actualidad, se observa que las redes sociales constituyen un nuevo factor que aumenta los celos en la pareja.
Por Valeria Chávez Martínez
Residente de Psiquiatría Adultos, Departamento de Psiquiatría y Salud Mental UdeC