Uno de los momentos especiales que hemos vivido como Departamento de Psiquiatría y Salud Mental en lo que va de este 2016, fue la inauguración del año académico de nuestros programas de postgrado. Y fue distinto porque tras la ceremonia se realizó un homenaje póstumo a los doctores Ana Cid Araneda, Germán Aguilar Zenteno y Alfred Prinz Auersperg, fundadores de nuestra unidad docente y del Servicio de Psiquiatría del Hospital Regional de Concepción.
El merecido reconocimiento consistió en la identificación con sus nombres de tres dependencias del Departamento, lo que generó bastantes comentarios, particularmente de familiares de la doctora Cid, los cuales nos hicieron llegar a través nuestra página oficial de facebook.
A la carta de agradecimiento enviada al Departamento de Psiquiatría y Salud Mental por el doctor Rodrigo Dresdner Cid, se sumaron algunas opiniones que queremos compartir en este espacio. “Me sumo a las palabras de mi primo y agradezco profundamente este reconocimiento hacia mi querida tía. Siendo muy cercanas, sé cuán contenta se sentiría por este importante homenaje. Inolvidable Ani!”, escribió Karen Mennickent.
Por su parte, Sigrid Mennickent Cid, sostuvo que “también me sumo al homenaje, pero me apena mucho no haberlo sabido, siendo mi hermana y yo las más cercana a ella, y las que la visitábamos regularmente, a quienes recurría cuando estaba enferma, y a quienes nos recibía con un gran abrazo y nos decía ‘estas son las cosas que calientan el alma’. Con nosotras era muy cariñosa e incluso nos dejaba sus llaves y retirábamos su jubilación cuando estaba de viaje. Desconozco el motivo de no ser invitadas a este acto, siendo yo funcionaria incluso de la Universidad de Concepción, al igual que mi hermano, quien tampoco fue invitado. Querida Any, te amamos y que pena no haber podido estar ese día”.
“Para reseñar más lo cariñosa que era con quienes amaba, puedo contar que, después del terremoto, me llamaba cada día y me decía que me quería mucho. El día del terremoto mi sobrino Jean Carlo fue a buscarla y nosotros lo hicimos apenas pudimos atravesar el puente sobre el Bío Bío. Cuando se operó de su problema pulmonar, la llamaba todos los días, y cuando le dio su AVE la visitábamos cada día y susurraba nuestros nombres y extendía su mano para tomársela. Falleció con mi hermana, mi hija y yo a su lado, las tres personas a quienes más amaba”, agregó.
Estas palabras no hacen más que reafirmar la gran calidad humana de la doctora Ana Cid Araneda, lo cual nos llena de orgullo. Si en la preparación de este homenaje cometimos algún error, de carácter involuntario por cierto, ofrecemos como Departamento de Psiquiatría y Salud Mental nuestras disculpas. Enviamos un abrazo a todos los familiares de los facultativos reconocidos el pasado jueves 7 de julio.