Una destacada participación tuvo el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Universidad de Concepción en el LXXI Congreso Chileno de la Sociedad de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn), desarrollado durante octubre en Coquimbo.
“En el fondo se trata de tres congresos que se realizan en paralelo, y en lo que corresponde a psiquiatría el análisis de los distintos temas se efectúa en función de conferencias magistrales, algunos invitados preferentes extranjeros, simposios y la presentación de trabajos libres o poster. Ahora bien, este año nuestro Departamento organizó el Simposio Universidad de Concepción, el cual abordó los trastornos ansiosos”, comentó el doctor Benjamín Vicente, director de la unidad académica y coordinador del espacio de actualización efectuado en el norte del país.
En este simposio participaron los profesores Rolando Pihán, Marcela Rocha, Sandra Saldivia, Benjamín Vicente y Carolina Inostroza, quienes expusieron, respectivamente, sobre “La ansiedad como fenómeno vital normal”, “Neurobiología de la ansiedad y los trastornos ansiosos”, “Epidemiología de los trastornos ansiosos”, “Psicofarmacología de los trastornos ansiosos” y “Psicoterapia en trastornos ansiosos”.
“Fue una experiencia que resultó satisfactoria y que generó mucho interés. Es más, en el salón tuvimos gente de pie y hubo muchas personas que no pudieron entrar, lo que es reflejo no sólo de la importancia de las temáticas expuestas, sino que también deja en evidencia el deseo de los especialistas de escuchar lo que nuestros docentes tienen que decir sobre estas materias. Hubo otros simposios que tocaron los trastornos ansiosos, pero el preparado por nosotros fue el que generó mayor atención”, agregó el doctor Vicente.
“Por otro lado, en la presentación de trabajos libres nos representaron siete posters en formato digital que fueron compartidos por sus autores durante la tradicional reunión que convoca a todos los integrantes del Departamento. Lo trascedente de todo esto es que dentro de la gran cantidad de trabajos exhibidos durante el Congreso Sonepsyn, la comisión evaluadora determinó que el mejor de todos en el área de la psiquiatría fue uno de los nuestros”, destacó el director del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental.
El ganador corresponde, precisamente, a una investigación realizada por el doctor Benjamín Vicente, denominada “Estudio de efectividad y efectos adversos de etifoxina comparada con clonazepam en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en pacientes de atención primaria de las provincias de Concepción y Ñuble”.
– ¿Cuál fue la metodología utilizada?
La idea fue profundizar en los casos de pacientes que consultaron en el nivel primario de atención por cualquier razón. A esos pacientes nosotros los contactamos en la sala de espera y para conseguir la muestra abordamos a 3.800 pacientes, a los cuales se les hizo un tamizaje y posteriormente se confirmó el diagnóstico de trastorno ansioso con el CIDI. Luego se invitó a participar a 294 pacientes, quienes fueron divididos en dos grupos: uno experimental y otro de control. En el fondo es un ensayo controlado aleatorizado, doble ciego, con grupos paralelos.
-¿Cuánto tiempo demandó el estudio?
Fue un trabajo que se extendió por dos años. Lo que demanda más tiempo es la pesquisa y la identificación de los grupos, pero el tratamiento propiamente tal y el diseño experimental abarca 24 semanas. Una vez que la persona ingresó al estudio, se trató durante 12 semanas, luego se suspendió la terapia y posteriormente a las 24 semanas, vale decir 12 semanas después, se volvieron a aplicar las baterías de exámenes. Todo lo anterior con el propósito de determinar si el medicamento produjo efecto y, eventualmente, cuánto tiempo se mantuvo ese efecto una vez finalizado el tratamiento.
El valor de este trabajo es que se trata de un ensayo clínico con las características de ser un estudio doble ciego, aleatorizado, que tiene el rango más alto desde el punto de vista de lo que son los estudios clínicos. Esto porque cumple con todas las exigencias para garantizar que es completamente ciego tanto para el paciente como para el tratante. En términos concretos, esto significa que el paciente no sabe lo que está tomando y el tratante tampoco sabe lo que está recetando. De esa manera se mantiene la rigurosidad científica en el sentido de que los datos y mediciones realizadas sólo quedan a disposición de la persona que asigna los pacientes a los dos grupos estudiados.
– ¿Qué concluyó finalmente?
Los resultados nos parecen claros en la medida que la etifoxina aparece como un medicamento que es más eficaz y que produce menos efectos secundarios que el clonazepam, el cual escogimos como objeto de estudio por tratarse del medicamento más usado en Chile como ansiolítico en todos los niveles sanitarios. Entonces, parecía relevante comparar una molécula relativamente distinta y nueva, como es la etifoxina, con el fármaco que se usa ampliamente. La etifoxina es más eficaz y produce menos efectos secundarios, y los resultados se mantienen en favor de la etifoxina a las 24 semanas. Es decir, una vez que se suspende el tratamiento, mides 12 semanas después y los datos se repiten. El trabajo está en proceso de revisión para ser publicado en el Human Physiology Pharmacology, una revista de muy buen nivel científico.